El citomegalovirus en el embarazo
En esta ocasión vamos a hablar de la infección por citomegalovirus en el embarazo, y para ello contamos de nuevo con la Dra. Isabel Rodríguez-Piñero, ginecóloga de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional. A través de su cuenta de Instagram nos ha explicado qué es, qué puede provocar en el embarazo y cómo prevenirlo.
¿Qué es el citomegalovirus?
El citomegalovirus es un virus relacionado con los virus que causan la varicela y la mononucleosis. Se trata de una infección que es capaz tanto de reactivarse como de reinfectar. Sin embargo, es importante destacar que en el caso de las reinfecciones, la posibilidad de traspasárselo al feto es muy baja, tan solo se en entre un 0,5 y un 3% de los casos.
¿Cómo se transmite el citomegalovirus?
El citomegalovirus se transmite a través de secreciones: saliva, mocos, secreciones vaginales, semen, de la orina… También puede transmitirse a través de la lactancia materna o paso transplacentario.
Citomegalovirus durante el embarazo
La infección por citomegalovirus es una de las primeras causas de pérdida de audición, pero es importante destacar que en torno al 80%-90% de las infecciones van a ser asintomáticas. La infección va a ser más grave cuanto antes se produzca, pero a partir del segundo trimestre la probabilidad del paso transplacentario e infecciones es menor al 1%.
¿Por qué no se hace un cribado universal?
El citomegalovirus no se considera en un cribado universal de la embarazada, pues muchas sociedades no la recomiendan. Sin embargo, sí que hay hospitales que las hacen, pues a raíz de un estudio realizado en 2020, se demostró que si se trata la infección de citomegalovirus en el primer trimestre, se reducía un 63% las tasas de infección fetal. Por eso, solo se hace cribado en el primer trimestre, porque la infección más grave es en el primer trimestre. A partir de la semana 14, la probabilidad de infección y de secuelas fecales es de menos del 1%, tal y como os decíamos anteriormente.
¿Qué prevención podemos llevar a cabo?
La gran mayoría de las embarazadas adquieren el citomegalovirus por contacto con niños menores de 3 años. Por ese motivo, la principal medida de prevención que debemos tener en cuenta es tener cuidado a la hora de realizar la limpieza de mocos y de pañal y mantener una correcta higiene, especialmente cuando el pequeño está malo.
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