Cambios hormonales a los que la mujer debe hacer frente a partir de los 40 años

¿Sabíais que la edad de la menopausia está programada desde el nacimiento? Así es, esta dependerá de la cantidad de ovocitos que posea la mujer en el momento de nacer. No obstante, conviene señalar que ciertos factores externos podrían alterarla significativamente. Entre estos factores externos destacan: la cirugía ovárica, los embarazos, tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia, incluso hábitos como el tabaquismo.

Esta pequeña introducción nos sirve de puente para adentrarnos en el tema del que queremos hablaros hoy: los cambios hormonales a los que la mujer debe hacer frente a partir de los 40 años. Cambios protagonizados por una transición menopáusica que no tiene una duración fija -de 2 a 8 años de media-, pero sí una serie de síntomas que veremos a lo largo de este artículo.

Bienestar durante la menopausia

Nuevas e inesperadas sensaciones

La mujer está acostumbrada a los cambios, tanto físicos como hormonales, por los que atraviesa su cuerpo en cada una de las etapas vitales. Sin embargo, a partir de los 40 años tendrá que afrontar y experimentar sensaciones totalmente nuevas y, en muchos casos, inesperadas.

La responsable de estas variaciones es la pérdida de folículos, que se acelera a partir de los 37-38 años. Los folículos son estructuras de la corteza ovárica en las que se encuentran los ovocitos.

A su vez, el menor número de folículos provoca una disminución en la producción de la hormona inhibina.  Esta hormona es la responsable de regular la baja secreción de la hormona foliculoestimulante (FSH). Dicha hormona disparará sus niveles en un intento de que el ovario siga funcionando normalmente. Mientras tanto, la hormona leuteizante (LH) permanecerá en niveles normales y los estrógenos ligeramente elevados.

Qué implican estos cambios hormonales y cómo controlarlos

Dejando de lado la parte más técnica, veamos qué implican estos cambios en el cuerpo de la mujer:

Primera fase

Primero se percibirá un acortamiento de los ciclos debido al aumento de la FSH -que podrán bajar de los 25 días-. Si los sangrados son normales o escasos, no será necesaria la aplicación de ningún tratamiento. Por el contrario, si son abundantes y se dan con una frecuencia menor de 21 días, con el objetivo de prevenir anemias, astenias o fatigas, se recomendará la toma de hierro -oral o intravenosa-.

Ante situaciones más complejas se optará por un tratamiento hormonal para alargar el ciclo y disminuir la cantidad de regla. A través de anticonceptivos hormonales combinados, de progesterona sola o progestágenos.

Para controlar los síntomas físicos, psicoemocionales y cognitivoconductuales derivados del síndrome premenstrual se aconseja la práctica de ejercicio aeróbico. Asimismo, se recomienda la administración de antidepresivos o la supresión de la ovulación con anticonceptivos hormonales.

Bienestar durante la menopausia

Segunda fase

Más tarde, cuando la reserva folicular se vaya agotando, los ciclos se alargarán -superando en muchos casos los 35 días- o, incluso, habrá periodos sin regla -amenorrea-.

Durante esta fase de anovulación, la mujer podrá experimentar síntomas similares a los de la menopausia, aunque transitorios. Hablamos de sofocos, alteraciones en la piel, sequedad vaginal y cambios de humor.

Si los ‘baches amenorreicos’ se alargan en el tiempo, se prescriben tratamientos similares a los que se aplican a las mujeres menopáusicas. Entre los que destacan los anticonceptivos hormonales combinados o la terapia hormonal sustitutiva.

Si, por el contrario, no hay sintomatología o no se puede o quiere acceder a estas opciones, también existen tratamientos sintomáticos específicos bastante eficaces. Por ejemplo, la fisioterapia, el tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o el uso de hidratantes y estrógenos tópicos vaginales.

Cómo tratar los sangrados uterinos anormales provocados por los cambios hormonales

Existen diferentes alternativas para tratar los sangrados uterinos anormales:

Tratamiento del sangrado uterino anormal agudo

Legrado, tratamiento farmacológico o tratamiento hormonal.

Tratamiento del sangrado uterino anormal crónico o para evitar repeticiones

Tratamiento farmacológico hormonal:

Dispositivo uterino liberador de levonorgestrel, anticonceptivos hormonales combinados, gestágenos administrados de forma secuencial o en depósito.

Tratamientos no hormonales.

Tratamiento quirúrgico:

Ablación-resección endometrial e histerectomía.

Otros síntomas relacionados con los cambios hormonales

Además, las mujeres entre los 40 y los 50 años pueden sufrir trastornos en los órganos del aparato genital causados o relacionados con los cambios hormonales y los ciclos anovulatorios. Como, por ejemplo, la hiperplasia endometrial simple o compleja no atípica, los miomas, pólipos, quistes ováricos funcionales o cambios mamarios.

Mujer de más de 40 años, en plena etapa de transición menopáusica

Consejos para sobrellevar estos síntomas

Terminamos este artículo con algunos consejos que os harán sobrellevar todos estos cambios hormonales y recuperar la vitalidad a partir de los 40 años:

  • Practicar ejercicio físico de manera regular.
  • Optar por alimentos poco calóricos.
  • Seguir una dieta rica en calcio. (Más información específica sobre la dieta a partir de los 40 en este enlace).
  • Dejar de fumar.
  • Moderar el consumo de alcohol.
  • Evitar otros tóxicos o drogas.
  • Mantener una sexualidad activa y segura.
  • Conciliar vida familiar y ocio.
  • Realizar chequeos médicos periódicos.

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