
La enfermedad de Chagas
¿Qué es la enfermedad de Chagas? El Dr. Ángel Lorenzo Álvarez, especialista en ginecología y obstetricia en la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, nos explica todos los detalles sobre esta infección de origen parasitario.
La enfermedad de Chagas está producida por la infección crónica de un parásito llamado Trypanosoma cruci. Es endémica en América, desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de Chile y sur de Argentina. La mayor parte de la prevalencia de la enfermedad se observa en Bolivia, Argentina y Paraguay.
En 2006, se calculaba que existían 8 millones de infectados. Además de que se podían producir unas 12 500 muertes al año debido al daño cardíaco que produce.
Como consecuencia de la inmigración creciente desde zonas donde la enfermedad es endémica, estamos observando un aumento de casos de enfermedad de Chagas congénita en nuestro medio.
Cómo se transmite la enfermedad de Chagas
La forma de transmisión puede ser:
- Por picadura del insecto -es la principal-. Son insectos hemípteros hematófagos (triatoma infestans, también se conoce como chinche negra o vinchuca) que se contaminan al picar a un animal o persona infectada. La infección se propaga a las personas cuando un insecto infectado deposita heces en la piel y dicha persona se frota las picaduras, por lo que se introducen las heces en la herida. Estos insectos solo existen en países endémicos, no en España.
- Madres embarazadas a su futuro hijo -la siguiente en importancia-. El parásito llega al feto por diseminación sanguínea atravesando la placenta. Puede ser causa de aborto, muerte fetal intrauterina, bajo peso al nacimiento y prematuridad.
- Transfusiones sanguíneas o donación de órganos procedentes de personas infectadas.
- Oral: por ingestión de alimentos contaminados con materia fecal de los insectos infectados.
Enfermedad de Chagas
Síntomas
Cuando el parásito entra en el torrente sanguíneo, cursa de manera asintomática o se manifiesta con:
- fiebre,
- fatiga,
- cefalea,
- pérdida de apetito,
- diarrea,
- vómitos,
- aumento de tamaño del hígado y bazo
- o aparición de una lesión cutánea llamada chagoma.
Tras esta fase inicial, los infectados pueden estar asintomáticos varios años hasta toda la vida, pero el 30-50% evolucionan de forma sintomática:
- Forma cardíaca. La más frecuente, pudiendo provocar muerte súbita, miocardiopatía, insuficiencia cardíaca y arritmias.
- Forma digestiva. Las principales complicaciones son dilataciones del esófago y del colon.
- Forma Neurológica. Es la más rara, pudiendo producir estados de inmunodepresión.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad de Chagas se realiza en el laboratorio (determinación de inmunoglobulinas tipo G totales anti-Tripanosoma cruzi o demostrando la presencia del parásito en sangre).
La enfermedad de Chagas congénita suele ser más grave en los lactantes. Hay varias formas clínicas:
- prematuridad o bajo peso,
- síndrome con afectación de hígado y bazo,
- fiebre,
- edemas e ictericia,
- afectación cerebral,
- meningitis, cursando con convulsiones, rigidez y vómitos.
- No suele observarse afectación cardíaca.
Tratamiento
La efectividad del tratamiento frente al parásito (benznidazol, nifurtimox) depende de la rapidez con que este se inicie. Es más efectivo cuando comienza durante los primeros meses de vida (sobre todo en el primer año de vida). Está contraindicado durante el embarazo dado que provoca malformaciones fetales. Asimismo, se ha comprobado la presencia del parásito en la leche materna, pero los estudios actuales indican que el carácter anecdótico y poco probado de casos transmitidos en fase aguda o por sangrado de pezones hace que la lactancia materna no esté contraindicada. Por tanto, no se debe recomendar la supresión de la lactancia en madres chagásicas y concluyen que el Chagas, materno o del lactante, es compatible con la lactancia.
El tratamiento en la fase aguda ha demostrado reducir la severidad de la enfermedad, pero no tiene gran impacto sobre la progresión a la fase crónica. Dichos tratamientos (Benznidazol y Nifurtimox) son compatibles con la lactancia materna, habiéndose empleado sin problemas incluso en el periodo neonatal.
El insecto vector no existe en España, por lo que la forma en la que puede aparecer la enfermedad es debido a inmigrantes procedentes de Latinoamérica. En España, las mujeres embarazadas infectadas procedentes de estos países se encuentran en la etapa crónica de la infección. El diagnóstico, manejo y tratamiento de esta población permitirán controlar y reducir la transmisión madre-hijo. Por ello, el cribado de la enfermedad de Chagas en gestantes procedentes de estos países es fundamental para realizar un diagnóstico precoz de la infección congénita, y así poder realizar el tratamiento a estos recién nacidos que puedan evitar las graves secuelas.
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Artículo publicado por el Dr. Ángel Lorenzo Álvarez.

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