Claves para una buena salud ginecológica en cada etapa de la vida

Por el Dr. Juan Vidal, Director Fundador de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional.

La salud ginecológica de la mujer evoluciona a lo largo de su vida y requiere cuidados específicos en cada etapa. Conocer cuáles son estos cuidados es clave para prevenir problemas, detectar a tiempo posibles alteraciones y disfrutar de una buena calidad de vida.

A continuación, repasamos las principales claves para una salud ginecológica óptima según la edad:

Infancia y pubertad: cuando observar es suficiente

Durante la infancia, si no existen alteraciones visibles o síntomas preocupantes, no suelen ser necesarias visitas ginecológicas. Los cuidados en esta etapa están generalmente a cargo del pediatra. Sin embargo, al llegar a la pubertad, comienzan los cambios hormonales y pueden aparecer irregularidades en la menstruación. En estos casos, una evaluación ginecológica puede ayudar a descartar alteraciones importantes y a tranquilizar a la adolescente y su entorno.

Adolescencia y primeras relaciones sexuales

En la adolescencia avanzada, con el inicio de la vida sexual, se vuelve fundamental un enfoque preventivo. Es clave educar sobre métodos anticonceptivos, salud sexual y prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS). Las revisiones ginecológicas a esta edad permiten detectar precozmente cualquier infección, aclarar dudas y fomentar hábitos saludables desde el principio.

Edad fértil y madurez: prevención, fertilidad y planificación

En la etapa adulta, la mujer suele encontrarse en plena actividad laboral y personal, muchas veces ya en pareja y planteándose la maternidad. Esta etapa es crucial para hacer un seguimiento regular de la salud ginecológica, mediante revisiones periódicas que incluyan citologías, ecografías y exploraciones mamarias.

Además, es importante tener en cuenta que la fertilidad femenina disminuye con la edad. Idealmente, el embarazo debería buscarse antes de los 35 años. A partir de esa edad, si no se ha logrado una gestación, puede ser recomendable valorar la fertilidad con un especialista, ya que las opciones de reproducción asistida son más eficaces cuando se actúa a tiempo.

Menopausia y postmenopausia: una etapa larga que merece atención

La menopausia no es el final de la salud ginecológica, sino el inicio de una nueva etapa que puede abarcar casi la mitad de la vida. Desde los 50 hasta los 88 años, edad media actual de la mujer, pueden surgir síntomas asociados al descenso hormonal: sofocos, sequedad vaginal, insomnio, cambios de ánimo o alteraciones óseas y cardiovasculares.

En esta etapa, el acompañamiento médico es clave. Existen tratamientos personalizados —hormonales o no hormonales— que pueden mejorar significativamente la calidad de vida. Asimismo, es importante seguir realizando controles ginecológicos regulares para prevenir y detectar enfermedades como el cáncer de mama o de endometrio.

Cada etapa, una oportunidad para cuidar de ti

La salud ginecológica no es estática. Cambia, evoluciona y requiere atención continua. Adaptar los cuidados a cada momento vital es la mejor forma de vivir cada etapa con plenitud, seguridad y bienestar.

En la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, acompañamos a nuestras pacientes desde la adolescencia hasta la madurez con un enfoque integral y personalizado.

Tu salud es un viaje. No camines sola.

 


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