Diástasis abdominal: embarazo y posparto

La diástasis abdominal es común en el embarazo y el posparto y está directamente relacionada con inestabilidad lumbopélvica y debilidad del suelo pélvico.

Y es que después de dar a luz, comienza un periodo de recuperación en la mujer que se puede extender durante meses e, incluso, años. El posparto viene acompañado de importantes cambios, tanto físicos como emocionales, que mantienen en vilo a la mujer. Uno de los que más suele preocupar es la recuperación del abdomen, que suele estar ligada al estado de la diástasis después del embarazo.

Por ese motivo, una valoración por parte de profesionales, en este caso concreto de fisioterapeutas, nos va ayudar a valorar cuestiones tan importantes para la recuperación física, como es la valoración de la diástasis después del embarazo.

Recientes estudios de investigación apuntan a que hacer ejercicio durante el embarazo previene la aparición de diástasis abdominal en un 35 %. Además, sugieren que la separación de los rectos abdominales puede reducirse haciendo ejercicio durante el embarazo y el posparto.

¿Qué es una diástasis abdominal?

Es la separación de los rectos abdominales por excesiva distensión abdominal, causando un abultamiento.

Aunque no es una patología exclusiva en mujeres gestantes, lo cierto es que es muy frecuente en el embarazo, debido al debilitamiento de la pared abdominal durante el mismo.

De esta forma, en las primeras 8 semanas posparto se produce una recuperación de la diástasis progresiva de forma natural. Sin embargo, a veces no termina de recuperarse del todo y por eso es tan importante acudir a un fisioterapeuta que valore el estado de nuestro abdomen.

Así, para determinar si una diástasis después del embarazo debe ser tratada, se realiza una valoración mediante ecografía y estudio postural. Si en estas pruebas se observa una separación de 2 cm en uno o varios puntos de evaluación, se considera necesario tratar.

Además, es importante destacar que una diástasis abdominal puede ocasionar otro tipo de problemas como dolor de espalda, dolor pélvico, prolapsos, incontinencias, problemas digestivos, etc.

¿Solo afecta a mujeres embarazadas?

Como decíamos, se trata de una patología muy frecuente que suele presentarse después del embarazo, pero que también puede afectar a personas:

  • mayores,
  • con sobrepeso
  • o aquellas que practican una actividad física demasiado intensa.

Causas de la diástasis abdominal durante el embarazo

Conviene saber que no es necesariamente una condición patológica y ocurre de forma fisiológica durante el embarazo. Las mujeres experimentan una separación de los rectos abdominales debido al estiramiento y pérdida de grosor de la línea alba. Esto se debe principalmente a dos cambios:

  • hormonales: aumenta la elasticidad del tejido conectivo.
  • estructurales: aumento del abdomen por crecimiento del feto dentro del útero.

La distancia entre rectos aumenta aproximadamente a las 14 semanas de gestación y continúa aumentando hasta el parto. La mayor recuperación de la diástasis abdominal ocurre de forma natural en las primeras 8 semanas tras el parto. Después de este periodo continúa avanzando por fases.

¿Cuándo puede considerarse patológica?

No hay consenso en cuanto a definir a partir de qué distancia se considera patológica la separación de los rectos abdominales. No obstante, como decíamos al principio, la mayoría de estudios científicos revisados lo considera a partir de 2 cm en uno o más puntos de evaluación (al nivel del ombligo o 4.5 cm por encima o por debajo del ombligo)

«¿Cómo saber si tengo diástasis abdominal?»

Prueba de evaluación

Para evaluar la amplitud de la diástasis, observa cuántos dedos entran perpendicularmente a la línea media mientras está relajada, no contrayéndose. Esto se debe a que, en la contracción, la distancia entre los dedos derechos puede cerrarse completamente.

Sin embargo, si tienes dudas sobre la existencia de una diástasis de los rectos abdominales, realizando una sencilla ecografía de la pared abdominal podemos obtener un diagnóstico fiable.

Inmaculada Camisón Duque, fisioterapeuta de la UDM, realizando una ecografía de la pared abdominal para el diagnóstico de una diástasis abdominal

Acude a la Unidad de Fisioterapia de la Unidad de la Mujer

En nuestra Unidad de Fisioterapia te proponemos un correcta valoración de tu diástasis. Consistirá en un estudio ecográfico, postural y funcional de la musculatura implicada. Para ello, realizaremos las pruebas oportunas para determinar tanto el estado de la diástasis, como el del suelo pélvico, dos factores importantes para la recuperación después de un embarazo. Así, valoraremos:

  • separación de los rectos abdominales y el espesor de los mismos junto con la respuesta elástica de la línea alba a nivel umbilical a los 3 y 6 cm superiores e inferiores al margen superior e inferior del ombligo respectivamente, tanto en reposo como en contracción abdominal,
  • espesor del transverso del abdomen,
  • respuesta abdominal a la contracción del suelo pélvico
  • capacidad de contracción aislada del sistema profundo (oblicuo interno y trasverso) respecto al sistema superficial (oblicuo externo y rectos abdominales),
  • capacidad de contracción aislada del transverso del abdomen.

De esta forma, gracias a esta valoración, podremos elaborar un plan de ejercicios personalizado para cada mujer, que permita entrenar la musculatura profunda de la zona abdominal, para mejorar la diástasis, la distensión y, además, mejorar el aspecto de la piel, que puede verse afectada por celulitis, estrías, flacidez…

Además, el uso de faja puede resultar útil en ciertas situaciones, así como corregir ciertas posturas que pueden empeorar la diástasis. En cualquier caso, hay ciertos diagnósticos de diástasis después del embarazo que solo se pueden solucionar mediante una cirugía.

¿Cuándo comenzar los ejercicios?

Por supuesto, es muy importante recibir la aprobación de un especialista antes de volver a realizar deporte después de dar a luz. Las fisioterapeutas de la Unidad de la Mujer podremos recomendar, no solo si se debe o no volver ya al deporte, sino también el tipo de ejercicio más recomendado para cada paciente.

Tras realizar las pruebas anteriormente indicadas (ecografía abdominal, ecografía vaginal, ecografía con esfuerzo…) podremos dar el visto bueno, diseñar un plan de ejercicios y ofrecer el mejor tratamiento en caso de ser necesario.


Artículo publicado por Inmaculada Camisón Duque, fisioterapeuta de la Unidad de la Mujer.

Inmaculada Camisón Duque, fisioterapeuta de La Unidad de la Mujer

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