Tipos de abortos y pérdidas gestacionales

De nuevo contamos con la Dra. Isabel Rodríguez Piñero, especialista en Ginecología y Obstetricia de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, para resolver algunas de las dudas más comunes del embarazo. En concreto, sobre un tema al que es importante dar visibilidad, y es el aborto. Así, a través de su cuenta de Instagram, nos ha explicado diferentes tipos de abortos y otras patologías que pueden suponer la interrupción de un embarazo.

Aborto bioquímico

Un aborto bioquímico se produce cuando el espermatozoide ha fecundado un óvulo, produciendo un embrión. Ese embrión anida, empezando a secretar la beta HCG, que es la hormona del embarazo, la que hace que el test de embarazo dé positivo, pero dicho embrión deja de desarrollarse. En este caso, ecográficamente no se ve nada, y lo que suele ocurrir es que la paciente experimenta como una menstruación, que puede ser un poco más abundante de lo normal, con presencia de coágulos, y más dolorosa. El motivo, por lo general, suelen ser alteraciones genéticas.

No tiene por qué volver a pasar, aunque si se producen varios abortos bioquímicos de consecución, habría que estudiar el caso.

Aborto espontáneo antes de las 12 semanas

La pérdida gestacional precoz es la que se produce antes de las 12 semanas. Es una patología relativamente frecuente, que se da en un 10%-20% de las gestaciones. Lo más común (aproximadamente dos tercios de los casos) es que se produzca entre la semana 5-6, lo que se conoce como el periodo preimplantacional. Es más raro que la pérdida se produzca cuando ya se ha visto un embrión con un latido acorde a su edad gestacional, entre las semanas 6 y 8.

Entre las causas más frecuentes se encuentran las alteraciones genéticas (entre el 65% y 70% de los casos), pero también puede darse por alteraciones uterinas, inmunológicas e incluso tóxicos externos. La edad materna por encima de los 40 y el haber sufrido abortos previos también son factores de riesgo.

En cuanto al diagnóstico, hay que ser muy conservador, y aunque haya signos de pérdida gestacional, hay que hacer un control a los 7-10 días para estar completamente seguros. En cuanto al tratamiento, podemos ofrecer un tratamiento médico, siempre y cuando no haya contraindicación y el CRL (longitud cráneo-caudal) sea menor a 23 mm. Si no, habría que realizar un legrado.

Gestación anembrionada o ‘huevo huero’

Una gestación anembrionada o ‘huevo huero’ se produce cuando un espermatozoide fecunda un óvulo, se forma un embrión, empieza a dividirse las células, se crea un saco gestacional y comienza a rodearse por el trofoblasto, que es lo que será la placenta. Sin embargo, el embrión se detiene en un estadio precoz de la división y, por ello, en la ecografía solo se ve un saco gestacional, pero no un embrión.

Siempre hay que realizar un buen control y tener mucha cautela, pues a veces la fecha de la última regla no coincide exactamente con la edad gestacional que dice la paciente, por lo que hay que volver a ver a la paciente pasados unos 7-10 días.

El tratamiento será igual que en los casos de aborto diferido, con tratamiento médico o con tratamiento quirúrgico con legrado, según prefiera la paciente, aunque se suele recomendar tratamiento médico, ya que suelen vacíar bien el útero y es menos agresivo.

En principio no es necesario realizar un estudio posterior, salvo que se produzcan 2-3 gestaciones anembrionadas seguidas, porque la mayor parte de las veces se producen por alteraciones genéticas.

Gestación ectópica

Un embarazo ectópico es aquel que sucede cuando el embrión no está dentro del útero. Se da en una de cada mil gestaciones, y en aproximadamente el 95% de los casos se localiza en la trompa, aunque también podría encontrarse en el cérvix, en cicatriz de cesárea o, incluso, en el ovario.

A día de hoy, con la sensibilidad de la beta HCG de los test y las ecografías, el diagnóstico es bastante preciso.

Como factores de riesgo se encuentran:

  • Haber tenido un embarazo ectópico anterior
  • Historia de esterilidad de más de 2 años
  • Un caso de salpingectomía previa (tener una trompa extirpada)
  • Un embarazo con un DIU in situ
  • Madre fumadora
  • Edad mayor de 40 años
  • Enfermedad inflamatoria pélvica
  • Tratamientos de fertilidad.

En cuanto al tratamiento, podemos tener una actitud expectante, cuando la beta es inferior a mil; un tratamiento médico con metrotexato, que requerirá controles al principio semanales y luego mensuales (se recomienda en este caso una espera de 6 meses para la búsqueda de nuevo embarazo), o tratamiento quirúrgico, que consistiría en la mayoría de los casos en extirpar la trompa.


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