Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)

El Síndrome de ovarios poliquísticos afecta a entre el 5 y el 10% de las mujeres en edad reproductiva. Es la alteración metabólica más frecuente en esta etapa de la vida.

Síndrome de Stein-Leventhal

Fue descrito en 1935 por Stein y Leventhal. Estos doctores asociaban la existencia de ovarios aumentados de tamaño:

  • con oligomenorrea (reglas escasas e irregulares),
  • obesidad
  • e hirsutismo,

Y suponían que su origen era una albugínea (capa superficial del ovario) engrosada. Esta capa impedía la maduración y migración de los folículos a la superficie del ovario bajo la cual se acumulaban formando múltiples pequeños quistes.

Qué es el síndrome de los ovarios poliquísticos (SOP)

Hoy en día definimos los ovarios poliquísticos como:

Síndrome de disfunción ovárica con sintomatología variable y etiología multifactorial y poligénica que cursa con hiperandrogenismo y anovulación.

Causas que originan los ovarios poliquísticos

Conocemos muchos factores involucrados en el origen y mantenimiento del síndrome de ovario poliquístico. No obstante, todavía no se ha podido aclarar cuál es el factor primario desencadenante.

Entre estos factores causantes del hiperandrogenismo y la anovulación que caracterizan este síndrome de ovarios poliquísticos podemos destacar:

  • Alteraciones del eje hipotálamo hipofisario: órganos neuroendocrinos situados en la base del cerebro e implicados en el control hormonal.
  • Alteración de la síntesis de estrógenos en el ovario: por una mala función del proceso de aromatización enzimática, mediante el cual el ovario sintetiza  estrógenos.
  • Alteración del metabolismo de los andrógenos en los tejidos periféricos.
  • Anomalías en la secreción de andrógenos en la glándula suprarrenal.
  • Resistencia a la insulina.
  • Predisposición genética.

Manifestaciones clínicas y síntomas

Las manifestaciones clínicas típicas del SOP son la anovulación, el hiperandrogenismo y la infertilidad. A estas manifestaciones se asocian síntomas con una frecuencia variable: obesidad, hirsutismo (aumento de vello), diabetes mellitus tipo II y acantosis nigricans.

Anovulación (falta de ovulación) crónica

La Anovulación afecta a más de la mitad de las pacientes. Produce ciclos menstruales irregulares, reglas escasas (oligomenorrea) con periodos de amenorrea (falta de regla), aunque ocasionalmente se pueden producir metrorragias (sangrados abundantes). Por ultimo, como consecuencia de este cuadro sintomático, se produce una disminución de la fertilidad de estas pacientes.

Hiperandrogenismo (niveles aumentados de andrógenos en plasma) 

El Hiperandrogenismo produce en mayor o menor medida en estas pacientes síntomas como:

  • acné y seborrea,
  • alopecia androgénica: pérdida de pelo en la cabeza característica de los varones
  • e hirsutismo (aparición de vello en lugares no habituales en las mujeres) que afecta al 70% de las pacientes.
  • La obesidad en estas pacientes presenta un patrón androide (troncular) y contribuye a la resistencia a la insulina clásica de este síndrome y al mantenimiento del trastorno endocrino. Favorece el hiperandrogenismo y la estimulación estrogénica crónica por la conversión de los andrógenos en estrógenos.
  • Por último, en estas pacientes puede aparecer acantosis nigricans, que es una hiperpigmentación gris parda de la piel que afecta a nuca, axilas e ingles.

Resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina se ha descrito en más del 50% de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico. Y las mujeres con diabetes mellitus tipo II presentan 6 veces más riesgo de presentar este síndrome que las sanas de su misma edad y peso.

La resistencia a la insulina puede provocar importantes problemas como:

  • el desarrollo de diabetes mellitus tipo II,
  • hipertensión,
  • patología cardo vascular
  • e hiperplasia y/o carcinoma endometrial.

Por tanto podemos considerar el síndrome de ovario poliquístico un factor de riesgo para todas estas patologías.

Diagnóstico del SOP

El diagnóstico se establece en pacientes que presentan al menos dos de los criterios establecidos por consenso en Rotterdam en 2003; que son:

  • anovulación u oligovulación, hiperandrogenismo y criterios ecográficos de SOP (presencia de 12 o más folículos con diámetros de 2 a 9 mm y/o volumen ovárico de más de 10 ml, siendo suficiente su aparición en un solo ovario).

Tratamiento del Síndrome de ovarios poliquísticos

El tratamiento del síndrome de ovario poliquísticos puede variar según la sintomatología de la paciente, las posibles patologías asociadas y el deseo genésico de la misma.

La supresión de la función ovárica con anovulatorios orales es uno de los tratamientos más frecuentes. Se recomiendan aquellos con gestáremos con acción antiandrogénica para regular los ciclos menstruales y mejorar los síntomas asociados al hiperandrogenismo (hirsutismo y alopecia androgénica).

En casos severos, se pueden asociar fármacos antiandrogénicos a estos anticonceptivos para un mayor y más rápido control de los síntomas.

En los casos en los que se desea conseguir ciclos ovulatorios, se usan fármacos como el citrato de clomifenoOmifin-. Estos actúan como fármacos antiestrogénicos, bloqueando los receptores estrogénicos en el hipotálamo. De tal forma que se produzca una liberación de FSH  y LH en la hipófisi, provocándose de esta forma la ovulación.

Los antidiabéticos orales como la metformina también se recomiendan. Contribuyen a la regulación del ciclo y favorecen la ovulación mejorando la sintomatología de estas pacientes al disminuir la resistencia a la insulina. Esta resistencia está implicada en la génesis y mantenimiento del síndrome de ovarios poliquísticos. No obstante, conviene tener en cuenta que en algunas ocasiones este tratamiento es mal tolerado por las pacientes.

El inositol, un complemento dietético, también actúa mejorando la ovulación y disminuyendo la sintomatología de estas pacientes. Su mecanismo de acción no está establecido, pero al contrario que con la metformina la tolerancia es muy buena por parte de las pacientes.

Por último, en casos seleccionados o cuando la paciente precisa una intervención quirúrgica por otro motivo, se puede realizar un ‘drilling ovárico’. Es decir, realizar múltiples perforaciones en la albugínea (capa superficial del ovario). con esta intervención se consigue en muchas ocasiones ciclos ovulatorios y la mejora clínica del síndrome (de forma muy variable en cada paciente).


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