Toxoplasmosis en el embarazo: preguntas y respuestas

Durante el embarazo, es importante adoptar ciertas medidas de prevención contra ciertos parásitos que pueden provocar daños en el feto. Uno de ellos es la toxoplasmosis, en torno al cual ha querido resolver algunas de las dudas más comunes al respecto la Dra. Isabel Rodríguez Piñero, ginecóloga de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional.

¿Qué es la toxoplasmosis?

La toxoplasmosis es un parásito, una zoonosis, que se adquiere principalmente al consumir carnes crudas o poco cocinadas. Además, no es la única forma de tener contacto con este parásito, ya que también se puede adquirir a través del agua, la tierra y los vegetales. Sin embargo, y a pesar de las creencias, tener gato en casa se considera un factor de bajo riesgo.

¿Por qué en algunas comunidades autónomas se hace cribado y en otras no?

En realidad, el tema del cribado de la toxoplasmosis es una cuestión con mucha controversia, incluso a nivel mundial. Por ejemplo, la Asociación Americana no lo recomienda, y a nivel europeo y, en concreto, dentro de España, hay muchas diferencias entre regiones.

En el año 2020 se realizó un estudio con más de 100 hospitales españoles para comprobar si se realizaba o no dicho cribado, y se encontraron muchas diferencias entre comunidades autónomas.

Por lo tanto, podríamos decir que la realización del cribado depende mucho del hospital, de la comunidad autónoma y del médico en concreto que te lleve el seguimiento del embarazo.

¿Qué produce la toxoplasmosis en el feto?

La infección por toxoplasmosis durante en el embarazo puede provocar en el feto alteraciones neuronales y oculares. En cualquier caso, va a depender mucho del trimestre en el que se produzca la transmisión.

Si es en el primer trimestre, la probabilidad de que haya una transmisión fetal de una toxoplasmosis congénita es muy baja, en torno al 10%. Pero, si se produce, la probabilidad de daño fetal es muy elevada, pues alrededor de un 60% tienen alteraciones neurológicas graves.

Sin embargo, durante el tercer trimestre, la transmisión fetal es mucho más común, pero los daños neurológicos son menos graves, y suelen producirse daños solo de afección ocular.

¿Existe tratamiento?

Sí, en caso de confirmarse que una mujer se ha infectado durante el embarazo, comenzaría un tratamiento. De confirmarse mediante una amniocentesis que ha habido una transmisión congénita de toxoplasmosis al feto, se continuaría con el tratamiento.

Si no se confirma, dependiendo de la probabilidad de que haya habido una auténtica seroconversión, de que el feto haya sido infectado o de que se vea algo en una ecografía, se valoraría continuar con el tratamiento o no.

Cómo prevenir la toxoplasmosis

Una de las medidas de prevención más importante es consumir siempre frutas y verduras bien lavadas (durante más de 30 segundos con abundante agua, o empleando agua y vinagre).

También es vital evitar el consumo de carnes crudas o poco cocinadas. Si se congelan, los quistes del parásito no sobreviven, pero los de la listeria sí, por lo que hay que tener cuidado también con esto.

Además, si se trabaja en jardín en contacto con la tierra, siempre se debe emplear guantes, pues ya hemos dicho que se puede encontrar también este parásito en la tierra.

Importante también aclarar que la toxoplasmosis no se puede transmitir a través de pescados crudos o poco cocinados. En el caso de estos productos, el riesgo viene del anisakis, que no produce alteraciones fetales, y la listeria, que tampoco produce alteraciones fetales por sí misma, pero que sí puede producir una infección intraamniótica, lo que implicaría tener que poner fin al embarazo y, en casos de prematuridad, el riesgo de la morbilidad asociada a la misma.

Toxoplasmosis en el embarazo: preguntas y respuestas