El cáncer en la mujer – Entrevista al Dr. Vidal, Dir. de la UDM
Excelencia Médica TV entrevista al profesor Doctor Juan José Vidal Peláez, director de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional. Recibimos una clase magistral de la mano de uno de los mejores ginecólogos del mundo, según Forbes, sobre el cáncer ginecológico y aprendemos a diferenciar los distintos tumores malignos que padecen las mujeres: cómo podemos prevenirlos, las claves para detectarlos y cuáles son sus posibles tratamientos.
¿Cuál es la clave para resolver un cáncer ginecológico?
La clave para curar un cáncer ginecológico, como cualquier otro tipo de cáncer, es el diagnóstico precoz. En general, la prevención del cáncer es difícil, pero si conseguimos detectarlo muy precozmente, existen en el momento actual tratamientos que lo van a curar completamente, sea cual sea el tipo de cáncer.
¿Qué papel desempeña la revisión ginecológica anual?
Es fundamental. Aunque es un tema muy debatido en las sociedades de ginecología, la mujer debe comenzar sus revisiones cuando empiezan sus primeras relaciones sexuales, ya que el cáncer de cuello uterino se produce como consecuencia de una infección de transmisión sexual. De esta manera, cualquier mujer que inicie sus relaciones sexuales debe acudir a un ginecólogo para detectar si puede tener riesgo de padecer un cáncer de cuello uterino. Esto hay que tenerlo en cuenta como norma general.
Si la mujer no mantiene relaciones sexuales y no tiene ningún tipo de síntoma (dolores durante la menstruación, sangrados fuera de la menstruación o bultos en la mama, por ejemplo), entonces puede esperar hasta los 35 años para acudir a la consulta del ginecólogo.
¿Es suficiente una revisión anual?
Sí, porque los tumores no avanzan tan rápidamente. Con una revisión al año detectaremos tumores siempre precozmente, antes de que den síntomas, porque ese es precisamente el objetivo. Además, si el ginecólogo detecta algo durante la revisión, pedirá a la paciente que vuelva en un periodo más corto, por ejemplo de tres meses.
¿La medicina de hoy cuenta con más armas para combatir el cáncer que hace 30 años?
Muchísimas más. El avance en estas décadas ha sido mayor que en todos los siglos anteriores. Han avanzado los métodos de diagnóstico y la cirugía, pero lo que ha cambiado realmente el cáncer ha sido la aparición de la quimioterapia. Hasta finales de los años setenta y principios de los ochenta no existía la oncología médica.
También hay que citar la cirugía, que es cada vez más eficaz, más conservadora y mínimamente invasiva gracias a la laparoscopia. Antes, en las cirugías de ovario, cuello interino o endometrio, se realizaba una incisión desde el esternón hasta el pubis para poder quitarlo todo. Ahora se hace cirugía laparoscópica mínimamente invasiva. Los resultados son iguales en cuanto a las curaciones, pero las recuperaciones han cambiado totalmente. Antes, las señoras pasaban un mes en el que casi no se podían ni mover, y ahora en tres días están en casa trabajando. La cirugía mínimamente invasiva es fantástica, espectacular.
¿Cuál es el futuro del cáncer?
Se hace tanta investigación, que cada día se hace un descubrimiento nuevo. Estoy seguro de que la gente que ahora es joven va a conocer la curación del cáncer con la quimioterapia. La clave es encontrar el agente quimioterápico selectivo para cualquier tipo de cáncer y, tal como se está llevando la investigación, esto se conseguirá.
También es importante que no tenga efectos secundarios, porque el problema de la quimioterapia es que se tolera mal. Se llegará a un punto en el que habrá un medicamento que será selectivo sobre las células malignas y que deje las células buenas. Eso sucederá, el avance de la ciencia es impresionante.
El cáncer de mama
Es el más frecuente dentro de los ginecológicos. En las mujeres, entre los cánceres en general, el de mama es el segundo después del de pulmón. Sin embargo, el cáncer de mama está aumentando y el de pulmón disminuyendo porque se fuma menos. El de mama está aumentando, sencillamente, porque cada vez se vive más y termina siendo una degeneración natural en el organismo de la mujer.
Se aconseja la autoexploración, aunque yo no soy muy partidario porque en la mama, a lo largo del ciclo y como consecuencia de la menstruación, es normal que salgan bultitos que son normales pero que pueden asustar a la mujer. Yo creo que la autoexploración deben hacerla aquellas mujeres que sepan cómo realizarla y tengan cierto nivel. En todo caso, si se nota un bulto que permanece, que aumenta y que duele, entonces sí hay que acudir al ginecólogo. Insisto en la importancia de hacer una revisión anual con el especialista porque un cáncer de mama diagnosticado precozmente, cuando no haya salido de los ganglios mamarios, es curable en prácticamente todos los casos. Si el tumor está localizado en la mama, las probabilidades de curación son cercanas al 100%.
¿Es cierto que una mama pequeña es menos propensa a tener problemas oncológicos que una grande?
Es de sentido común que una mayor superficie mamaria tenderá a tener más quistes y, en consecuencia, más riesgos. En cualquier caso es muy relativa esta afirmación, aunque es cierto que cualquier bulto en una mama pequeña se va a notar antes. Cuanto más grande es una mama, más difícil es de explorar.
¿Cómo se trata un cáncer de mama diagnosticado con precocidad?
El tratamiento siempre es quirúrgico. Se diagnostica con mamografía, ecografía, resonancia magnética -en caso de duda- y, si encontramos un bulto, hacemos una biopsia. Desde Anatomía Patológica no solo nos dicen si es benigno o maligno, sino qué tipo de tumor es o si es sensible a la quimioterapia. Es, en fin, un estudio exhaustivo.
Cuando nos encontramos con un cáncer de mama, lo primero que tenemos que saber es si se ha extendido. Para ello, hacemos pruebas radiológicas y de medicina nuclear. Si la resonancia magnética nos dice que está localizado en la mama, practicamos cirugía. Si se ha extendido por fuera de la mama o si es muy grande (más de 3 cm.), tenemos que recurrir a la neoadyuvancia, es decir, a la quimioterapia previa.
¿Qué tipo de anestesia se utiliza en estos casos?
Para la biopsia, anestesia local. Para la cirugía, general.
¿Cuánto dura una intervención?
Depende del tipo de tumor. Nosotros ya sabemos de antemano lo que vamos a hacer, si se trata de una cirugía conservadora (que conserva la mama, ya que se quita solo el tumor) o radical. Hasta hace menos de 30 años, ya fuera cirugía conservadora o radical, se hacía una extirpación de todos los ganglios de la mama, lo que podía conllevar inflamación del hombro, del brazo, disminución de la movilidad… Y, además, quitábamos ganglios que no tenían ningún tipo de tumor, por lo que era una cirugía excesiva. En 1995 se demostró que solo era necesario quitar un ganglio, el ganglio centinela, que recibe este nombre porque está en la entrada de la axila. Si el ganglio centinela está afectado, quiere decir que el tumor puede pasar a toda la axila, por lo que hay que quitar todos los ganglios. Pero si el centinela no está afectado, indica que el resto de los ganglios tampoco lo está.
Este hecho ha cambiado la cirugía, como también la cambió un estudio realizado en Italia y que demostró que si se quita toda la mama, o si se quita solo el tumor y luego se radia, los resultados son los mismos. Con lo cual, hay una tendencia hacia la cirugía conservadora.
Cuando el tumor está muy extendido o sus características hacen necesario quitar la mama, procedemos a realizar una cirugía radical, que consiste en quitar toda la mama. En ese momento podemos dejarla así o hacer una reconstrucción inmediata, con ayuda de un cirujano plástico, para evitar un traumatismo psíquico importante a la paciente. Esta reconstrucción puede hacerse, como decimos, en el mismo momento o más adelante. Actualmente, la mayoría elige la reconstrucción inmediata.
¿Emocionalmente, cómo responde una mujer cuando se le diagnostica un cáncer de mama?
Fatal, porque el cáncer asusta a todo el mundo ya que lo asociamos con la muerte. Nosotros tenemos que tranquilizar, siempre debemos animar desde el punto de vista psíquico.
¿Qué porcentaje tenemos de resolver un cáncer de mama?
Depende del diagnóstico precoz. Más del 60% se pueden curar, y si se coge precozmente podemos llegar al 99,9%.
Cáncer de cuello uterino
El cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer ginecológico en frecuencia, después del de mama, que va en aumento porque es una enfermedad de transmisión sexual y debemos tener en cuenta la promiscuidad sexual que existe hoy en día.
Este cáncer está producido por el virus del papiloma humano, y existen vacunas que se ponen a las mujeres a partir de los 12 años. Se aconseja que también se vacunen los hombres, aunque actualmente no es una vacuna gratuita.
La única forma de prevenirlo es utilizando preservativo. Recomendamos siempre su uso, salvo en relaciones estables con la misma pareja, evidentemente.
¿Cuál es su sintomatología?
Los primeros síntomas son el sangrado fuera de la menstruación, muy abundante flujo vaginal y sangrado post coital (el más frecuente de todos). Cuando está más avanzado, dolor abdominal y molestias en la zona inferior de la espalda.
Es importante decir que un porcentaje alto, más del 50%, permanecen asintomáticos, y por eso es importante acudir a una revisión ginecológica en cuanto se comienzan a tener relaciones sexuales para que nos hagan una citología.
¿Cómo se puede resolver de forma precoz?
Hay que hacerse una revisión ginecológica anual porque para que se produzca un cáncer de cuello uterino pueden pasar años, así que una revisión anual es suficiente y podemos resolver el problema en un porcentaje muy alto.
Si vemos que hay una lesión, tomamos una biopsia de la zona del cuello uterino donde exista una anomalía y comprobamos si realmente hay una lesión. Cogerlo precozmente es importantísimo, insisto.
Cáncer de ovario y trompas
El cáncer de ovario es el tercero en frecuencia tras mama y cuello uterino. Se produce normalmente a partir de los 40 años. Lo más normal es que aparezca entre los 40 y los 60, aunque también puede hacerlo después.
¿Cuál es la sintomatología?
En los primeros estadios no presenta ningún síntoma, y este es el gran problema del cáncer de ovario.
Malestar en el área baja del abdomen, similar a una indigestión, dolor en la pelvis, anemia, pérdida de peso, cansancio o falta de apetito. Todos estos síntomas indican que el cáncer ya está avanzado.
Por esto, una vez más, insistimos en la necesidad de hacer una revisión anual. La única forma de hacer un diagnóstico precoz es a través de una ecografía transvaginal o abdominal que realizará el ginecólogo en su consulta y que detectará si el ovario está aumentado de tamaño. Y este es el diagnóstico precoz, porque una vez vemos que el ovario ha aumentado, entonces comenzamos a hacer el estudio. Si el abdomen está inflamado o duele, ya no estamos ante un diagnóstico precoz.
La visita al ginecólogo anual es fundamental porque el especialista nos hará una exploración de la mama, una exploración ginecológica, citología y ecografía. Con estas pruebas ya podríamos hacer un diagnóstico precoz de los cánceres ginecológicos.
¿Cómo se resuelve un cáncer de ovario?
Si ya está extendido fuera del aparato genital, si está por el abdomen o hay metástasis en el pulmón o en los huesos (columna vertebral o pelvis), hay que dar quimioterapia. Pero el tratamiento fundamental es la cirugía, que habitualmente se hace en colaboración con los cirujanos de digestivo porque puede invadir el estómago, el intestino, uréteres, riñón… Es una cirugía compleja que se complementa con quimioterapia.
La clave de los cánceres de ovario es si son sensibles o no a la quimioterapia. Algunos responden muy bien al tratamiento, aunque estén extendidos, y se curan bien, pero si están extendidos y no responden a la quimioterapia, el pronóstico es regular.
¿Cuál es el porcentaje de solución?
Depende de la sensibilidad a la quimioterapia, y esto depende de cada tipo de tumor. Si están extendidos, los porcentajes de curación son bajos. Por eso es tan importante el diagnóstico precoz en la ecografía de la revisión ginecológica anual.
Cáncer de útero o cáncer de endometrio
El útero tiene dos partes: el cuello y el cuerpo. El cáncer de cuello es más frecuente porque es de transmisión sexual. En esta ocasión vamos a hablar del cáncer del cuerpo del útero, es decir, del endometrio. El endometrio es la capa interna del útero que todos los meses se desescama y da lugar a la menstruación.
Por eso es más preciso decir cáncer de endometrio que cáncer de útero. Hablamos de cáncer de útero en general porque puede haber cáncer de endometrio (si es la parte interna o la parte muscular del útero) y pueden surgir miomas, que son tumores muy frecuentes y benignos, y sarcomas, que son malignos. El 70% de las mujeres, pasados los 50 años, tienen miomas pequeños o grandes.
¿Cuál es la sintomatología?
Lo primero que hay que saber es que aparece generalmente a partir de los 50 años, no antes. El síntoma más llamativo son las metrorragias postmenopáusicas. Es decir, una mujer menopáusica, que ya no tiene la regla, y que un día comienza a sangrar, debe acudir a su ginecólogo inmediatamente porque puede tener un cáncer de endometrio.
Podemos hacer un tratamiento preventivo si en una revisión anual el ginecólogo detecta un pólipo o un endometrio engrosado al hacer una ecografía. Al solucionar esto quitando el pólipo, vamos a prevenir que se produzca un cáncer en el futuro, porque aunque en ese momento sean benignos, podrán evolucionar y degenerar pasado el tiempo.
La mejor forma de prevenir este cáncer es de nuevo la revisión anual con nuestro ginecólogo, que detectará en una ecografía si el endometrio está demasiado desarrollado o si existen pólipos o engrosamientos. Además, en el caso de que haya una hiperplasia clásica, que no es un cáncer pero es un aviso de que en un tiempo puede haberlo, entonces se quita el útero, que a partir de los 55 años no cumple ninguna función.
Cáncer de vagina y de vulva
Son muy poco frecuentes. El cáncer de vulva suele producirse en mujeres mayores de 60 años, incluso de 70, y tiene una ventaja: al ser un órgano externo, en caso de que aparezca un bulto te lo tocas y te lo ves.
Si sucede, hay que acudir al ginecólogo para que practique una biopsia porque puede ser simplemente un quiste de grasa o incluso un pelo enquistado, pero hay que ir.
Aunque se desconoce la causa, se sabe que influyen la edad y el virus del papiloma humano.
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